Este mes os presentamos una selección de la Terra Alta que recoge cuatro vinos muy diferentes de dos proyectos muy destacados de esta región. La selección consta de tres blancos y tres tintos que ponen de manifiesto toda una paleta de registros en los métodos de vinificación que actualmente se emplean en esta denominación de origen. Así, podréis degustar desde vinos elaborados de manera clásica hasta otros que han sido vinificados con procesos no tan habituales.
Los vinos tintos corresponden a una bodega ya consagrada en la Denominación, concretamente Bárbara Forés, situada en Gandesa dirigida con mano sabia por Carme Ferrer y Manolo Sanmartín y, ahora también, por su hija Pili. Los vinos blancos corresponden, en cambio, a un proyecto ideado por el enólogo Xavier Nolla que bajo el nombre genérico de Vinos de la Memoria reúne una colección de caldos de diferentes regiones, todas ellas, paisajes de la guerra civil visitados por su abuelo tanto como soldado como refugiado. En este caso, los vinos de la selección son de la denominación Terra Alta.
De la bodega Bárbara Forés os presentamos dos vinos, el ´Bárbara Forés Negre´ y el ´Templari´ muy diferentes entre sí, tanto por concepción como por tipo de elaboración. El Bárbara Forés es la base de la bodega, un vino clásico, en el que predomina la Garnacha Tinta ante la Cariñena y el Syrah. Este vino, criado en roble Allier francés durante doce meses, es una pequeña joya que nos pone de manifiesto la capacidad de la bodega de extraer un gran vino de diferentes parcelas situadas alrededor de Gandesa. El otro vino, en cambio, es El Templari que responde a la tradición de los llamados vinos rojos (de colores más vivos) y que está elaborado exclusivamente con la variedad autóctona Morenillo y criado en ánfora cerámica durante ocho meses.
Del proyecto "Vinos de la memoria" os presentamos dos de los tres vinos que han sido elaborados en la Terra Alta, en concreto, La bruixa 2019 y Lo Ebre 2019. El primero de ellos es una mezcla de Garnacha Blanca y Macabeo de viñas viejas de cultivo orgánico elaborado como vino brisado, es decir, con fermentación de la uva con las pieles durante quince días y posterior afinado sobre lías durante tres meses. El segundo es un vino elaborado a partir de dos variedades tintas, Garnacha y Cariñena, pero vinificado en blanco. Según su autor es un vino transgresor. Preparaos para captar todos los matices de esta pujante denominación.
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